1) Sabemos que cuando afectamos intereses, sabemos que
cuando defendemos a los sectores más vulnerables, sabemos que cuando
incorporamos a millones de argentinos al trabajo, cuando creamos la Asignación
Universal por Hijo que ya no permite que cualquiera contrate a un hombre o a
una mujer por dos pesos, cuando consagramos nuevamente desde hace 10 años las
convenciones colectivas de trabajo, en esta "década ganada" -mal que
les pese es una década ganada- pero no por un gobierno, ganada por el pueblo
(…)tienen instrumentos y herramientas para pelear sus derechos en cada región
del país.
Porque me atrevo a decir también que es una década ganada en
federalismo, en donde todas las regiones han sido incorporadas en un plan de
obra pública sin precedentes, con infraestructura social y económica. Y
también, porque no, en los miles y miles de pequeños y medianos productores,
empresarios, comerciantes y también de los grandes que han obtenido en esta
década ganancias, rentabilidad y crecimiento a sus empresas, que ha generado
también los millones de puestos de trabajo.
2) Quiero también convocar a todos los argentinos a esta gesta, a que esta
década ganada, le siga otra década más en que los argentinos sigan ganando
también. Porque yo me pregunto, yo no soy eterna, lo he dicho muchas veces, y
lo que es más importante, tampoco lo quiero ser. Es necesario empoderar al
pueblo, a la sociedad de estas reformas y de estas conquistas para que ya nunca
nadie más pueda arrebatárselas, y sé de qué estoy hablando.
3) Yo digo que los precios no
los ponen los trabajadores ni el gobierno. Yo digo que los precios los fijan
los empresarios y los grandes monopolios.
5) ¿A quién puede molestarle? ¿Cómo puede negarse el derecho a 40 millones de argentinos a elegir a quiénes son los que van a representarlos en ese organismo político que es el Consejo de la Magistratura que elige y designa jueces? Son los argentinos los que también tienen que opinar y participar, abrir las compuertas, darle luz y visibilidad.
6) Cuando el año pasado pagamos el corralito, solamente era un 20 por ciento de argentinos, el otro 80 por ciento, era de extranjeros que habían comprado a 2 pesos lo que valía 100. Porque a muchos argentinos, inclusive argentinos instruidos, argentinos de clase media, argentinos que han tenido la oportunidad de la educación, tal vez no la de entender, sí la de saber. Pero hay una gran diferencia entre saber y entender. Lo que yo quiero es, finalmente, que los 40 millones de argentinos entiendan y comprendan cuáles y dónde están sus verdaderos intereses y me desvela.
7) Quiero decirles algo: si no se organizan, si no participan, si no cuidan ustedes mismos lo que es de ustedes, van a venir otra vez por todos ustedes como lo han hecho a lo largo de toda la historia.
Tenemos los argentinos el deber de no
depender de una persona; tenemos el deber, pero sobre todo la necesidad, de
empoderarnos nosotros mismos de esas conquistas y de esos derechos y de
organizarnos para defenderlas. Con eso sueño.
8) Esa unidad, esa organización, esa participación, es lo que siempre les
digo, lo que le dije (...) la patria es el otro, la patria es el otro, es el
que todavía no ha podido conseguir trabajo o que consiguiéndolo no está
registrado; la patria es el que todavía tiene y lucha y trabaja para conseguir
su casa propia. El otro es ese joven que tal vez no pueda estudiar todavía
porque tiene que trabajar para ayudar al hogar; el otro también es el que sufre
adicciones y tenemos que ayudarnos hermanos a rescatarlos entre todos para
combatir los flagelos modernos que tiene nuestra sociedad. La patria es esas
mujeres que han luchado por más de 35 años pidiendo justicia; la patria es
también esos miles y miles de emprendedores que gracias a este proyecto
político, que quede claro además, este no es un modelo económico, que quede
claro que este es un proyecto político con objetivos económicos, sociales y
culturales. Digo entonces, que es necesario empoderar a la sociedad.
9) Tenemos la inmensa suerte de una democracia
participativa, tenemos la inmensa suerte de una libertad de expresión sin
precedentes en la historia argentina, tenemos también y aquí también tengo el
derecho a decirlo, somos un Gobierno que también nos hemos hecho cargo del
costo político que muchas significa no reprimir a un solo argentino porque
corta una calle o porque piensa distinto.
Sabemos que eso no está bien, sabemos que no
es justo que otro argentino llegue tarde a su trabajo, a su casa o a sus obligaciones,
sabemos que tienen razón en enojarse, pero les pido perdón, le pido perdón a
cada uno de esos argentinos que se enoja y dicen que así no se puede vivir más.
Yo no voy a ser una presidenta que le dé
palos a nadie, eso se los puedo asegurar, porque eso nunca ha sido ninguna
solución en la Argentina.
10) Hoy necesitamos hombres y
mujeres que luchen por la igualdad, por la inclusión; hombres y mujeres que en
cada uno de sus ámbitos hagan bien su trabajo, científicos, investigadores,
docentes, alumnos, trabajadores, empresarios, comerciantes, productores, todos,
todos juntos. Cada vez que nos hemos desunido, las cosas fueron mal para los
argentinos.
Yapa) Néstor entró en la Casa de
Gobierno como el fenómeno, como el producto de esa suerte de derrumbamiento que
tuvieron los valores preestablecidos en la República Argentina; preestablecidos
vaya a saber por quién, o sí lo sabemos, por los sectores más concentrados que
son los que siempre se salvan cualquiera sea la crisis, cualquiera sea el
presidente y cualquiera sea el partido.
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