Carlos Funes, comunero de la 13

Carlos nació en Necochea pero desde 1958 se mudó a la comuna con su madre. “En esa época éramos bastante pobres. Los inmigrantes internos solíamos vivir en pensiones y no era de lo más lindo, estuve en una en la calle Freyre, después –no me lo olvido nunca- al lado de un manicomio en avenida de los Incas, también en otra sobre Amenábar”. De muy joven empezó a frecuentar el Club Deportivo y Social Colegiales (CDSC) por las actividades que allí se hacían. Con el tiempo se involucró más en la organización y en la gestión hasta ser el club parte definitoria de su perfil: “Treinta años hace que soy directivo, sumale diez años que fui cooperador, fundé una sociedad de fomento en plena dictadura para combatirla y crear salidas democráticas ¿quién dijo que no puedo gestionar?”

Carlos, después de haber dejado la militancia orgánica para dedicarse a cosas de la vida que había relegado, vuelve para poder llevar lo que considera “un nuevo tipo de gestión” al esquema de la comuna.
Sentado en una mesa del club, nos recibe entre el ruido de una tele siempre encendida, unas charlas fogosas en mesas cercanas y el ruido de la cancha de básquet que llega desde el pasillo al fondo. Entre tanto, pasan compañeros suyos y lo saludan: un socio que pisa ya los ochenta años, el presidente del club, el vice. Antes habíamos quedado en juntarnos en un bar, pero un cambio a último momento desembocó en un café en el CDSC. Nada más perfecto para definir su apego al barrio. El club se merecería otro capitulo aparte (su longevidad, su protagónico en el film Luna de Avellaneda, sus recitales en vivo de Almendra y Manal) aunque de cierta forma, la relación de Carlos lo describe un poco al club y el club lo describe bastante a él.
Vamos entonces con la duda principal:

-¿Qué significa ser Jefe Comunal?

- Corriéndonos del tema de que nos estamos dedicando a hacer docencia porque el gobierno de la ciudad desde que se aprobaron las comunas no hizo nada e incluso ahora están tratando de tirar el proyecto para atrás, los comuneros vienen a ser un cuerpo colegiado de siete personas, una especie de mini-parlamento, elegido de forma democrática que deciden medidas que los vecinos llevan, impulsan y se ocupan. También tiene que ver con cuestiones no solo administrativas sino de servicio social, de hábitat, sea el arbolado o la iluminación. El jefe de la comuna es la persona que representa administrativamente la comuna.

-¿Cómo asume la Ciudad la nueva representación comunal?
-Eso todavía no está cerrado, es parte de ese desafío. Hay un contacto directo con los vecinos, hay una cercanía, lo que desmiente eso de que no es una representación democrática: las bolas que no. Es una auténtica representación democrática aunque hay una cantidad de cosas no resueltas. Primero: esta ley de comunas no existía hace 15 años, el gran desafío es que es la primera vez que existe Segundo: quiero que la fuerza que represento gane en la comuna porque estoy defendiendo un estilo y un modo distinto de gobernante ¿Qué opciones democráticas y de participación tenemos? Tenemos un Consejo Consultivo. ¿Qué representa? Un espacio en el que las entidades y los vecinos participan de manera libre. ¿Qué vamos a hacer? Vamos a laburar realmente para que esa participación exista, para que haya un mandato real en el que vecino diga “yo necesito tal cosa” y esa cosa suceda. Hoy vas al CGP, das una nota al tipo de la entrada ¿y después qué? El desafío es construir un espacio político con un marco, ¿quién dijo que ese marco no puede ser modificable? Quizá el presupuesto no está bien definido y necesita que el próximo año no se descuide, desde cualquier punto de vista es un desafío hermoso de verdad. No es que yo llego y digo “Hola, yo soy Gardel, vengo a manejar la comuna”, yo estoy ahí porque me la banco pero sabiendo que es un desafío donde además tenemos mucho que aprender. El comunero no se para en el lugar del que cumple el rol de limpiarte la vereda sino el de un político de verdad que hace política de barrio de verdad y hace un relevamiento auténtico de lo que no conoce y plantea los problemas para que se puedan resolver con participación, con movilización y con apoyo de la gente. Yo me voy a parar como me paro en mi club.

¿Qué lo llevó a volver a la política partidaria de la mano de Nuevo Encuentro?

-Tengo compañeros de ambos espacios que nos unen más atrás y tienen que ver con la dictadura en donde yo sí participé activamente porque fui militante y fue muy duro. En esa época yo seguía viniendo al club porque nunca perdí las referencias de los lugares sociales y creo que esas cosas nos dieron más oportunidades, incluso hasta de vida. En 1988 dejé de militar. Había tenido una hija en 1979 y sentía que no le había dado mucha bola, había cosas que sentía que estaban fuera de lugar. Con el Partido Solidario (integrande de la fuerza Nuevo Encuentro) también estoy vinculado por el barrio, por el movimiento cooperativo, y yo primero dije que no. Junto con el Encuentro por la Democracia y la Equidad me propusieron el cargo, cosa que a mi me honra porque me siento absolutamente representado por los referentes. Creo que (Martín) Sabbatella y (Carlos) Heller son dos grandes referentes y Cristina (Fernández de Kirchner) es una tremenda mina. Francamente acepté pensando que la convocatoria era puramente testimonial, nunca creí que iba a llegar a esta situación de una alianza con el Frente para la Victoria y toda esa historia. Me llevó a decir que sí también el hecho de que me invitaron a formar parte sin tener militancia orgánica en ninguno de los dos espacios.

-¿Por qué antes habías decidido dejar la política?

-Nunca dejé de ser un militante político, sí de ser orgánico. Tengo opinión política fuerte y la sostengo siempre, nunca me borré de las cuestiones de esencia: la devolución de los derechos humanos, los principios de una economía solidaria y distinta, la idea de que la gente debe vivir mejor. No creo que el mundo vaya a ser mejor porque labure en este espacio y nada más. No descreo de lo político, me corrí de la orgánica porque no tenía la misma voluntad de participar orgánicamente, no me sentía representado. No quería estar cristalizado en un dogma, quería pensar, leer, recobrar cosas que había perdido con la dictadura. Cantar. Bailar. Coger. Cualquier cosa que tenga que ver con vivir. Fue un proceso personal del que no estoy arrepentido.
-¿Qué opinión tiene sobre el Jede Comunal del PRO Gustavo Acevedo?
- Fue hasta el 10 de diciembre el funcionario a cargo del CGPC..No lo cuestiono porque sea funcionario, ser funcionario no lo hace menos, pero eso no significa que tenga sensibilidad, que su próximo manejo no sea arbitrario, como lo ha sido hasta acá. La política tiene esta forma indirecta en la que la gente por un lado se queja que los políticos ocupan espacios y por el otro no mira a quienes estamos proponiendo para que los ocupen. Esta es una ciudad muy antiperonista, la clase media nunca ha tenido tantos beneficios como con este modelo y con este proceso económico; no es la gloria, pero que está muy distante de ser lo que se plantea, o sea: que sea malo. Hay gente que prefiere que la política la haga otro, un tipo que te dice vecino, y pone la política en manos de tipos que le parecen más parecidos. Creo que en algunos lugares la clase media es bastante opulenta, muy tecnologizada pero con pocos valores reales: con pocos valores humanos: “Estoy a full con todo, sé todo y tengo toda la información” pero ¿qué pienso? ¿qué siento? No me extraña que se rescate como valores lo que muestra (Mauricio) Macri: los globos, los colores, la posibilidad de que un tipo de cierto nivel económico y social baile cumbia villera y encima lo haga mal  Hay gente que a todo esto lo ve como un valor agregado, yo lo veo como algo patético. Está obligando a que uno en el medio de esa contienda reconozca que hay todo otro sector que está contento con las “cookies” en “Jurabildo” (NdR: campaña del PRO en la comuna 13 que consiste en repartir galletitas en la esquina de Cabildo y Juramento) y nosotros no sabemos qué son cookies en algunos lugares del barrio.

-¿Qué propuestas tiene para la comuna?

- El sueldo promedio de las personas de esta comuna es dos veces y media o tres mas alto que el promedio en la Comuna 4 u 8. Lo que digo es que los vecinos de Belgrano sepamos que nosotros ganamos más que un vecino de Soldati, Lugano o La Boca y que esto no significa que todo el presupuesto se lo demos a ellos, propongo que asumamos que no tenemos tanta gente durmiendo en la calle aunque necesitemos otras cosas y puedo decir que necesitamos en el barrio: una sala de salud de primera instancia, profundizar el tema de la cultura y un polideportivo para albergar a todas las escuelas. Articular cosas con la cultura y el arte no es un tema menor. Articular es una buena palabra, salvo que se use al pedo. No escuché en ninguna comuna alguna propuesta relacionada al turismo por ejemplo, esta comuna tiene un centro comercial, un circuito de museos, todo esto ¿está articulado? Podría generar laburo para artistas callejeros, y habría que crear un ámbito para que laburen, estudien, se eduquen, expongan, muestren lo que hacen ¿se articulan esos esfuerzos? Hay otros temas que son cuestiones esenciales, por ejemplo el arbolado y el tránsito, que hoy es un infierno. Hay que buscar una forma de ordenar este último, cuestiones relacionadas con flujos de horarios, habría que ver si se puede tener un presupuesto fuera del esquema de la comuna para armar un gran estacionamiento vinculado a los sectores cercanos al subte. Creo que debería haber una radio en la comuna, que tenga bajo alcance, la característica de una radio estatal pero que sea justamente comunal; es un desafío: un medio de comunicación comunal. Hay grandes necesidades, no solo de los jóvenes sino también de la tercera edad. El espacio público es otro tema. Definamos espacio público: las plazas de Colegiales, que son muy bajas en cantidad en relación a Nuñez y a Belgrano ;y Belgrano en ese sentido que además está muy a full, con muchos edificios. También hay que tener en cuenta que la comuna llega hasta el río, al límite con Vicente López. Ahora digo: ¿yo me voy a parar en una esquina a prometer todo esto? Ni en pedo: yo voy a laburar para esto, que son cosas distintas. No es casual que me interesen los temas culturales porque además soy cantor, y un poco teatrero.

-¿Cómo encara esta gestión como comunero?

-Estoy ilusionado. Tengo que aguantarme el stress, el dormir poco. Me costó mucho porque pensé que estaba volviendo a un lugar de mi pasado que no quería hasta que entendí que se trataba de otra cosa. Porque entiendo que la política no es lo que hacen tipos desde allá arriba: yo la puedo hacer.