sábado, 19 de septiembre de 2015

LO QUE DEJÓ TUCUMÁN

El análisis no busca encontrar verdades absolutas sobre lo acontecido, ya que la distancia de los hechos no entrega esa oportunidad. Esa tarea queda para algunos republicanos elitistas más cercanos a la Capital Federal, capaces de señalar y determinar desde la lejanía, cuales son las verdades que suceden en nuestras provincias argentinas.

Importante parece destacar, los distintos números obtenidos por las fuerzas políticas nacionales, días previos a las elecciones provinciales. Un  57,14% del electorado tucumano se inclinó por el  FPV de la mano de su representante Daniel Scioli, el 20,13% se inclino por la alternativa Cambiemos de Mauricio Macri y un 16,26% optó por UNA la alternativa de Sergio Massa.


Si bien son dos elecciones distintas, la primera tendencia fue muy clara a favor  del FVP. Con este panorama la oposición casi en su conjunto, decidió unirse a nivel provincial en un acuerdo conformado por el diputado nacional José Cano y por el intendente capitalino, Domingo Amaya, en lo que se llamó Acuerdo por el Bicentenario. Todas las fuerzas opositoras contra Juan Manzur, el candidato del Frente Para la Victoria.

El primer paso de este Acuerdo fue presentarse ante una jueza para impedir el voto joven. Lo consiguieron, la justicia supuestamente adicta a Alperovich mediante su fallo prohibió que voten los jóvenes de 16 años.
El segundo  paso fue como oposición a nivel nacional. Distintas voces dijeron presente en los medios premeditando un posible fraude y moldeando un escenario que permitiera justificar el esperado revés en las urnas. 

El objetivo siempre fue claro, deslegitimar al adversario. No solo de manera inmediata, si no de cara al futuro. Tucumán como sala de ensayo, Chaco como objetivo próximo y el plato mayor, el mes de Octubre y las elecciones nacionales.

El día cívico en la Provincia, empezó con denuncias en las redes sociales desde la primera hora. Incluso con imágenes truchas, cuentas dudosas  y disturbios desde ambos lados. Algo similar había ocurrido con las elecciones en la Provincia de Buenos Aires, donde todo el grupo opositor canto fraude hasta que los números empezaron a cerrarles. Finalmente los simpatizantes del Pro y su candidata Vidal optaron por la calma.

Los resultados no dejaron margen de duda; 14 puntos de ventaja en el escrutinio provisorio para Manzur y casi 12 en el escrutinio definitorio.
Las dudas aparecieron con respecto al normal desarrollo de la elección.

No intentamos bajar la línea del diario de Yrigoyen, debemos reconocer algunas prácticas clientelares tanto dentro del peronismo como las encontramos en  el radicalismo o en el pro. No solo ocurren en las provincias del Norte como quieren hacernos creer, sino que también podemos encontrarlas en barrios postergados de la CABA.
La búsqueda de una depuración de estas prácticas puede ser un objetivo en común para el futuro. Existen maneras legales para afrontarlas. Lo que no se puede hacer es subestimar la voluntad popular y creer que así se define una elección.

Menos que menos, podemos aceptar que utilicen la justicia como caballito de batalla para dejar sin voz al pueblo. Los jueces no pueden meterse en lo que la ley no les permite, no pueden ir en contra del ordenamiento constitucional argentino. El verdadero fraude consiste, en dejar a la intemperie la voluntad de la mayoría.

El fallo de la Cámara en lo Contencioso Administrativo habla de un "diagnóstico social del voto", algo así como la influencia del electorado o en el error que este cae por no saber votar. Basa su diagnóstico en un informe periodístico del programa de Jorge Lanata (PPT), en la agresión sufrida por un camarógrafo de un canal de cable de Tucumán, declaraciones de Alperovich y en otro informe periodístico, en este caso del diario provincial La Gaceta.
Apenas hace mención la  Cámara sobre el  reconocimiento realizado por Cano sobre la quema de urnas por parte de un militante de su partido.

Argumentos poco sólidos teniendo en cuenta los grados de desinformación que manejan los medios oficiales y opositores hoy en día. Más de 70 mil Tucumanos se movilizaron luego de que la junta Electoral Tucumana confirmará el triunfo de Manzur por más de 110 mil votos, sin lograr ningún rebote de los medios opositores. Algo similar sucedió con  las protestas luego del escrutinio provisorio por parte de opositores, casi ignorados por medios oficiales de la Provincia.

Con estas realidades no parece posible que hombres que dicen defender la República y sus instituciones tomen decisiones de este tipo, de espaldas a su pueblo.
Se encuentran en una realidad donde las denuncias televisivas de los medios obtuvieron rango constitucional? Es posible desentenderse de la voluntad popular y generar un grado de anarquía por un recorte de un diario? Se puede violar de esa manera la competencia? Son prácticas nuevas las que se denuncian o acaso no les gusta el resultado?
Los partidos radicales han gobernado bajo el mismo sistema electoral en Tucumán, lo han hecho en Formosa y también en el Chaco. Las provincias más señaladas por los opositores de turno.

El problema parecería estar en el reconocimiento de sus derrotas y en la negación de las masas populares.

Los mismos que festejaron esta “anulación” de la voluntad popular, quisieron proscribir nuestro pensamiento. Los mismos que no tienen propuestas si no que solo se oponen al modelo nacional y popular. Esos mismos, deberán respetar el voto tarde o temprano en Tucumán, mañana en el Chaco y el de todos nosotros en Octubre.

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